martes, 16 de octubre de 2012

Obsolescencia Programada: el motor secreto de nuestra economía de consumo.



¿Cuántas veces has cambiado de móvil simplemente porque piensas que el que tienes se ha quedado obsoleto aún funcionando perfectamente? Si éste es tu caso es que eres una víctima más de la obsolescencia programa.

Pero, ¿qué entendemos por obsolescencia programada? Se trata de la planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que tras un periodo de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa de servicios durante la fase de diseño de dicho producto o servicio, éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o simplemente inservible. Puede considerarse como el deseo del consumidor de poseer algo un poco más nuevo, mejor y siempre antes de que lo necesite realmente.

La mayoría de las empresas diseñan hoy en día sus productos para que tengan una duración limitada y así incentivar el consumo. Y es que nuestra sociedad está dominada por una economía de crecimiento cuya lógica no es crear para satisfacer las necesidades, sino crear por crear. Pero si nos ponemos a pensar, una sociedad sin consumo no puede ser una economía en vías de crecimiento.

Pero esto no siempre ha sido así. A principios del siglo XX se diferenciaban dos modelos de negocio:

-    Enfoque Europeo: su fin era crear un producto de alta calidad y sobre todos duradero.
-    Enfoque Americano: trataba de crear a un consumidor insatisfecho con el producto, de esta manera al poco tiempo de comprarlo procedía a venderlo y a adquirir uno más nuevo.

Durante los primero años, gracias a la bonanza y al crecimiento económico, los inventores y las compañías competían por conseguir que su producto fuese el más duradero y por tanto el más demandado. Pero tras la crisis económica de 1929 en EEUU, se empezó a seguir el enfoque americano y con ello la obsolescencia programada empezó a estar cada vez más presente en la sociedad.

Entre las grandes multinacionales se creó un Cártel y éstas (todo bajo un estricto secreto), crearon una ley cuya base era pretender que todos los productos tuvieran fecha de caducidad para maximizar los beneficios y generar empleo. Cualquier persona que se quedase un artículo una vez caducado podía ser multado.

A partir de los años 50 la obsolescencia programada resurgió, pero no como una norma u obligación sino como una forma de seducción al consumidor. Esto dio lugar al crecimiento de la economía mundial y desde este momento, el Marketing empezó a tener un papel importante en el diseño del producto.

El concepto por tanto de obsolescencia programada ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Actualmente, no tiene por que venir a causa de una producción mal hecha, sino que mucha gente piensa que ésta depende del propio consumidor (nadie obliga a nadie q que se dirija a una tienda y compre, es su elección). Nuestro papel se está limitando a la obtención te créditos para comprar cosas que realmente no necesitamos y aunque esta situación no es sostenible a largo plazo, tenemos que tener presente que sin la obsolescencia programada no tendríamos por ejemplo grandes centros comerciales que proporcionan un gran volumen de puestos de trabajo.

Algunos ejemplos de productos que podemos encontrar en nuestra sociedad  y que han sido programados para fallar son:

-    Bombilla: se trata de la primera víctima. Se fabrican con una duración de 1000 horas, cuando en realidad podrían durar más de 20 años.

-    Impresora: millones de personas se han encontrado alguna vez en la situación en la que a la hora de utilizar su impresora, ésta no funciona y se le recomienda que vaya al soporte técnico para arreglarla. Pero una vez allí, le dirán que no le sale a cuenta repararlo ya que supondrá unos costes más altos que si compra una nueva.

Pues bien, todas las impresoras tienen un chip implantado que limita su vida útil, por el que cada impresora tendrá un número determinado de impresiones y cuando las agota, la impresora deja de funcionar.

-    Medias de Nylon: son prácticamente irrompibles. Se dejaron de fabricar por que al ser tan resistente las mujeres no necesitaban comprar más de una.

-    Ipod: uno de los casos más sonados. Su batería fue diseñada para tener una corta vida.

Con todo lo anterior, cabe preguntarnos ¿Es ético diseñar un producto para que falle?

La ética ya no cuenta en un mundo empresarial dominado por un único objetivo: compras frecuentes y repetidas. Un claro ejemplo de ello es que en las propias escuelas de diseño e ingeniería se enseña la filosofía de acortar el ciclo de vida del producto lo máximo posible.

Las consecuencias de un consumismo abusivo por parte de los países desarrollados son nefastas para el medio ambiente y más concretamente para los países tercermundistas. Estos son víctimas directas al recibir diariamente multitud de contenedores con residuos electrónicos a sus tierras. Llegan ordenadores, televisiones, electrodomésticos en mal estado que nadie quiere ya en los países desarrollados.  Más del 80% de estos productos no se pueden reparar y acaban abandonados en vertederos convirtiendo a territorios de algunos países en verdaderos basureros.

Aunque existe un tratado internacional que prohíbe enviar productos electrónicos al tercer mundo, los mercados echan mano a multitudes de trucos pocos éticos: dicen que son productos de segunda mano y ponen en la parte delantera aquellos productos que  si están en buen estado y toda la parte trasera la llenan de desperdicios.

Durante los últimos años y gracias a la era de internet, muchos consumidores están dispuestos a luchar contra la obsolescencia programada y están más concienciados de la necesidad de sostener el medio ambiente y cuidar de los recursos energéticos y naturales  ya que son limitados.

Os animo a que veáis el documental “Comprar, tirar, comprar”, enfocado principalmente a concienciar a los consumidores de la “Era del consumismo”

3 comentarios:

  1. Bien…he de decir que me ha gustado mucho el artículo, el cual me deja con las ganas de seguir indagando en la temática, y por supuesto, ver el documental. Tras una lectura rápida vuelvo a confirmar mis “sospechas” fundadas de que estamos inmersos en una Sociedad de Consumo, que nos envuelve en una espiral de necesidades que crean, diseñan y controlan los mercados y de la cual nos es difícil escapar. Nos manipulan y estudian, no para hacernos la vida más fácil, ni por nuestro bien…no. Ahora el sistema monetario se impone al sistema moral y ético, pasando por alto las situaciones de límite que se viven, que ya no solo en el Tercer Mundo, aunque sí convirtiendo su territorio en auténticos vertederos de nuestros desechos. Creo que tenemos lo que nos merecemos y que mientras el sistema económico siga imponiéndose al moral, sin importarnos nada ni nadie, esto no va a cambiar e irá a peor… Con esto quiero decir, que lamentablemente yo soy la primera que se ve envuelta en esta espiral de consumo, de la cual me resulta muy complicado escapar a sus tentaciones. El marketing se creó para conseguir que DESEÁRAMOS, y nos estudian y manipulan para que deseemos ese producto. Nos machacan a diario a través de los medios de comunicación, y cuando compro algún tipo de producto, y leo que está fabricada en China, en La India u otros países en los que soy consciente de la explotación y la violación de los derechos humanos…lo más sorprendente es que acabo comprándolo, porque lo han diseñado para que me guste y crea que no puedo vivir sin él. Es justo en ese punto donde hay que luchar. Trabajar más con las conciencias…Y sospecho que si de algo va a servir la situación de crisis que estamos atravesando es precisamente para que nos humanicemos más, y veamos que ya no es tan importante el vestido, el ipod y el ordenador de última generación. Sino que tu familia no se vea abocada a la mendicidad (como miles de familias españolas se encuentran actualmente) y ayudemos más al que tenemos al lado, en lugar de vacilarle con nuestro super mega mierda de móvil.
    Bueno, Pili ahí va mi primer comentario. Con él quiero animarte a que sigas, porque me está resultando un blog muy interesante. Eso sí, me gustaría que te mojaras un poco más en cuál es tu opinión al respecto, por ejemplo, en este tema, que tiene que ser muy interesante también. Un besito.

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  2. Pilar! Me ha encantado este artículo, curiosísimo!!! y por supuesto cuando tenga tiempo veré el documental que recomiendas al final.
    Y por supuesto felicitarte por tu blog, al menos por esta entrada (que es lo único que he leido hasta ahora).
    Un besazo desde Sevilla

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  3. Creo que hace ya un año más o menos desde que ví este documental y me resultó tan interesante que tenía que plasmarlo en algún lugar...yo soy una víctima más de esta sociedad del consumismo en la que vivimos ,aunque gracias a documentales como éste y a mi interés sobre el tema intento día a día ser socialmente un poquito más responsable. Espero que todos lleguemos a serlos en un futuro no muy lejano.
    Muchas gracias por aportarme vuestras opiniones y sobre todo por apoyarme.
    Os animo a que leais las demás entradas y ser críticos con cada uno de los temas, podremos establecer buenos debates y con ellos grandes conclusiones.

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